El Canal de Castilla, es uno de los proyectos más relevantes de ingeniería civil hidráulica de la España Ilustrada, el objetivo principal de su construcción fue servir como vía fluvial de comunicación y transporte que solucionase el problema de aislamiento al que estaba sometida la meseta castellana y leonesa, debido a una orografía complicada y una deficiente y mal conservada red viaria, que dificultaba y hacía casi imposible el transporte de los excedentes agrarios de la región, cereales en su mayoría.
Fue a mediados del siglo XVIII, cuando Fernando VI y su ministro más influyente, el Marqués de la Ensenada, empezaron a pensar en un ambicioso plan para desarrollar la economía de España, en el que tendría gran importancia las obras públicas relacionadas con la comunicación.
Las obras de este grandioso proyecto se iniciaron el 16 de julio de 1753 y el 14 de diciembre de 1849 da comienzo la explotación del canal finalizado gracias a la ayuda financiera de la Compañía del Canal de Castilla, empresa privada a la que Fernando VII tuvo que acudir por falta de recursos del Erario Público, a cambio de ceder la explotación por un período de 80 años, al término de los cuales la explotación volvió al Estado, dependiendo en la actualidad de la Confederación Hidrográfica del Duero.
En el presente, muchos de los usos que lo hicieron imprescindible han dejado de ser útiles como vía de transporte de mercancías y comunicación, debido a la línea férrea Valladolid-Alar del Rey y al desarrollo de los transportes por carretera.
Ello ha dado un giro notable a esta magnífica obra que, con los años ha pasado de autopista fluvial a monumento cultural rodeado de naturaleza y paisajes de los que participan y disfrutan viajeros turísticos, en los barcos de recreo que han sustituido a las barcazas de cereales, y aficionados a la práctica de diversos deportes. Entre estos últimos cabe destacar el "GRAN PREMIO CANAL DE CASTILLA".
El Gran Premio Canal de Castilla es una competición ciclista nacida alrededor de la obra de la que toma nombre, con el objetivo de consolidar una carrera sobre tramos no asfaltados, similar a las grandes clásicas del centro de Europa. Simultáneamente, genera un desarrollo turístico adicional en los territorios que recorre, lo que incluye a Revilla de Pomar, significativo centro del turismo rural, porque el trazado de la ruta finaliza en la Cueva de los Franceses en años alternos.
El Gran Premio Canal de Castilla se ha configurado basándose en los caminos de sirga, desde los que arrastraban las embarcaciones tirando de gruesas sogas y que tienen gran potencialidad para el ciclismo. Para el cicloturismo, el Canal de Castilla se erige como el recorrido en bicicleta sin convivencia con vehículos a motor más largo de nuestro país, no superado por ninguna otra vía verde española. Además, pretende resarcir a los aficionados a este deporte de la carencia ancestral de una prueba de las denominadas en el mundillo profesional como “clásica” en el calendario nacional.
Además del interés deportivo, este Gran Premio se vincula simbióticamente con dos elementos de enorme interés cultural y turístico, el Camino de Santiago y el Románico Palentino. Y, por supuesto, en el marco de la naturaleza más rica poblada de la flora y fauna que llenan las riberas del Canal de Castilla.
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