LAS CUENTAS Y LOS CUENTOS DE REVILLA DE POMAR

Ya estamos disfrutando de la paz, el confort y la gastronomía de CASA FLORENCIO y por fin hemos podido contemplar en persona el resultado de las últimas e importantes inversiones efectuadas por la Diputación de Palencia en el ámbito de Revilla de Pomar.

Hemos circulado muy cómodamente por la arreglada y ampliada carretera que une el pueblo con la Cueva de los Franceses, constatando, con pesar y estupor, el incomprensible bloqueo del acceso al aparcamiento del Mirador de Covalagua, ya denunciado, así como la ausencia del demandado "carril peatonal", cuya habilitación habría sido un acierto muy superior a su coste, en relación con la masiva utilización de los vecinos y visitantes de Revilla. ¿No cabía en las cuentas de los casi 700.000 euros invertidos en la mejora de la carretera?

También hemos visitado la ampliada y remozada Cueva de los Franceses. Al llegar nos hemos enfrentado con la antiestética y deprimente reja carcelaria que circunda la parcela y nos hemos visto obligados a maniobrar para acceder al aparcamiento porque la puerta de acceso no respeta el trazado de la entrada primitiva. Inevitablemente hemos recordado "el cuento" de la seguridad que la Presidenta del Patronato de Turismo, Dª Inmaculada Rojo, explicó en Onda Cero Palencia a nuestro compañero Julio César Izquierdo. Y nos preguntamos, ¿no habría sido mejor y más rentable contratar un seguro para dar cobertura a los hipotéticos y muy dudosos daños que supuestamente se pretenden evitar con la reja? Sabemos de instalaciones con contenido y equipamiento, susceptible de ser robado, con mucho más valor que el que podemos apreciar en el Centro de Recepción; pues bien, están pagando una prima anual de poco más de 300 euros por todo tipo de riesgos. Aún aceptando el TRIPLE del valor, estaríamos hablando de unos 1.000 euros anuales. O sea, que con el presupuesto de 105.000 euros, invertido en el aberrante cerramiento, se habría asegurado el valor del contenido ¡durante más de un siglo!

Respecto al interior de la impresionante Cueva de los Franceses, es una maravilla, aunque hemos sentido una cierta decepción, como a veces ocurre a causa de la campaña publicitaria que precede a algunas películas. No porque nada esté mal, que todo está muy bien y recomendamos visitarla, sino porque esperábamos más, en función de las expectativas generadas. La verdad es que el resultado del cuento nos ha resultado un poco escaso en relación con las cuentas de 1.020.138 euros que la Diputación declara haber invertido en ello. Por supuesto no cuestionamos el valor objetivo del trabajo efectuado ni de las modernas instalaciones, que incluyen algunas mejoras imprescindibles para aumentar la seguridad del recorrido y asegurar la conservación del monumento subterráneo.

Pero sí albergamos serias dudas acerca de que el incremento de visitas turísticas sea proporcional al volumen de la inversión efectuada, de la que se desprende un cierto aroma a megalómanas "adiciones superfluas", rentabilizables como propaganda política, pero menos necesarias que otras carencias flagrantes como la de una conveniente escalera mecánica que eliminaría las dificultades, a veces la imposibilidad, de visita a personas de cierta edad o con problemas para

subir la pronunciada y agotadora escalera de acceso. Lástima que no se previese en las cuentas de más de 1.200.000 euros, cuando se instaló el costoso y modernísimo ascensor que sólo conduce a la planta superior del Centro de Recepción.

En definitiva, ¡¡MÁS DE TRES MILLONES DE EUROS!! de inversión que requieren más de 20 años con todos los turnos diarios de visitas llenos para ser amortizados, frente a los CERO euros de inversión en la promoción, divulgación y adecuada señalización de los muchísimos otros atractivos y servicios turísticos de la zona... Porque ¿quién conoce la maravilla del espacio natural de Covalagua, o el interesante monumento megalítico del menhir de Canto Hito, o el espléndido Mirador de Valcabado, o el curioso Pozo de los Lobos, o el mágico recorrido de Las Tuerces, o la riqueza de arte románico y eremitorios rupestres que rodean a Revilla de Pomar...? Y ¿cuántos visitantes descubren casualmente la existencia de servicios de alojamiento y restauración de calidad en el propio pueblo, al carecer de la señalización oficial normalizada que inunda las carreteras de otras Comunidades, en beneficio de viajeros y empresarios locales del sector?

Como peregrino incansable, no puedo dejar de hacer comparaciones y de pensar lo que harían los responsables de la política turística de Cantabria o de Cataluña, por no hablar de Francia o Inglaterra, si tuviesen en su territorio toda la riqueza turística explotable que inunda esta bendita tierra palentina. Porque no sólo del Canal de Castilla y la Villa Romana de la Olmeda vive el sector del turismo de Palencia. Y el municipio de Pomar de Valdivia se apaga por falta de recursos o... ¿de ideas?

Moraleja: Sin duda, merece reconocimiento y aplauso todo lo que el Patronato de Turismo y la Diputación de Palencia hacen para la mejora en todos los órdenes de esta poco conocida provincia, pero costaría muy poco más incluir en sus cuentas algunas pequeñas cosas que contribuirían directa y más eficazmente al progreso de los pueblos y el bienestar de sus gentes por los que tanto se interesan... según cuentan.