Hoy lamentamos tener que recordarla por dos motivos fundamentales que pregonamos... aunque sea "en el desierto" de los oídos sordos de quienes podrían y deberían escuchar atenta y diligentemente.
Los motivos son:
- A pesar del prolongado cierre de dos meses "por motivos meteorológicos" y para "mantenimiento de las instalaciones", a esta fecha, casi un mes después de haber reabierto, ningún visitante ha podido ver el audiovisual del famoso y reciente auditorio porque el equipo no funciona debido a las filtraciones de agua inevitables, conocidas y previsibles que habrían requerido una protección adecuada a su emplazamiento. Aparentemente nadie pensó en ello en su momento y tampoco nadie ha revisado las instalaciones en los dos meses de los que se ha dispuesto para el debido mantenimiento de tan costosa inversión.
¿Por qué esta desidia irresponsable si se "apuesta" por el turismo?
- Como si se tratase de una burla de la climatología, los dos meses de cierre han gozado de una meteorología espléndida y, nada más reabrir, han comenzado las nevadas. Éstas, sin ser espectaculares, han dejado una peligrosa capa de hielo endurecido posterior que han convertido en una arriesgada pista de patinaje el pavimento del acceso al Centro de Recepción de Visitantes de la Cueva. Precisamente, el pasado domingo que hizo un día precioso, fuimos testigos en pocos minutos de los equilibrios que tuvo que hacer una señora de edad, librada de daños mayores por el oportuno agarrón de un caballero acompañante, y de la aparatosa caída de un niño que, por fortuna, se saldó con un puchero y un más que probable moratón en el trasero.
¿Tanto costaría dotar al equipo de atención al público de un poco de sal para paliar los riesgos de tales situaciones?
Como no hay dos sin tres, una pregunta final: ¿Será escuchado este pregón por la Junta Vecinal o el Ayuntamiento para efectuar la oportuna reclamación a la Diputación?
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