Por motivos hasta ahora inexplicables e inexplicados, después de muchos años de existencia, el paso de vehículos ha sido totalmente obstruido por grandes bloques de piedra, colocados durante las obras de mejora de la carretera que la Diputación ha llevado a cabo este año.
Presumimos que algún motivo habrá tenido el responsable de esta decisión cuyo resultado se ha mantenido, desde la finalización de las obras a primeros del mes de julio, hasta hoy.
Pero, desconociendo el supuesto argumento, seguimos sin poder entender por qué se pretende impedir a vecinos, turistas y visitantes el acceso a este atractivo mirador y, lo que es peor, por qué se permite que se mantenga el riesgo de accidente que implica la impuesta necesidad de aparcar en la misma carretera, para poder aproximarse caminando al letrero informativo que reclama la atención de los transeúntes, tanto como las bellas vistas que se disfrutan en este atractivo y pintoresco enclave.
Tal vez algún responsable del Patronato de Turismo, acepte explicar, en alguna de sus frecuentes entrevistas en Onda Cero Palencia, las crípticas razones que han conducido a "poner piedras en el camino de los turistas".
Hasta entonces, seguiremos sin comprenderlo y... aparcando en la carretera.
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