Por segundo año consecutivo, ayer se ha celebrado, y nunca mejor dicho, el rito de la invitación a una grata cena en el Restaurante de CASA FLORENCIO al equipo de vecinos que nuevamente ha asumido el reto de pavimentar otra calle en un tiempo récord.
Según palabras de nuestro corresponsal informante, Francisco del Hotel Rural de Revilla de Pomar, al enviarnos la noticia con las fotos testimoniales que acompañan a esta entrada, "ésta es la única forma en que los miembros de CASA FLORENCIO podemos colaborar con estos esforzados amigos... tratar de contribuir a que recuperen parte de los kilos perdidos en el duro trabajo".
Y, así se cumplió. Con la lamentable ausencia por otros compromisos del joven Roberto, se reunieron Óscar, Francisco "Guti", Manolo "el gallego" y Carlos Herrero. La cena transcurrió entre risas, bromas, sabrosos platos y hasta trucos de magia en la divertida y prolongada sobremesa, a cargo de Manolo y "el manos hábiles" de Carlos que hicieron disfrutar a Pilar y cavilar desesperadamente a nuestro amigo Francisco, según nos ha confesado con honradez, hasta que Óscar, apiadado, le explicó dónde estaba el truco de los dichosos vasitos.
Desde la distancia, que en breve acortaremos nuevamente, nos sumamos a este merecido homenaje de agradecimiento y amistad que CASA FLORENCIO ofrece a quienes se esfuerzan con su desinteresado trabajo por mejorar la habitabilidad y acondicionamiento del pueblo.
Queda patente que la invitación fué todo un éxito. Sólo hay que ver los platos y lo digo con conocimiento de causa ¡¡rico, rico¡¡¡ además las caras no mienten.
ResponderEliminarMe alegro del pavimentado, hacía falta.
Me gustaría destacar la hospitalidad y el cariño de todos los miembros de Casa Florencio y su buen hacer al fomentar el turismo en la zona, un saludo Peregrino
Carmen, muchas gracias por tu comentario sobre CASA FLORENCIO que reconoce lo que sólo consiste en dar lo que nos gusta recibir.
ResponderEliminarDe acuerdo con lo del pavimento que hoy ya es una realidad como lo bien que lo pasamos en la cena que Peregrino comenta.
Un beso grande.
Francisco