De allí y con el permiso de CASA FLORENCIO, copio y pego los párrafos que justifican el título de esta entrada.
"En Santa Elena, la isla prisión del Atlántico Sur donde fue confinado hasta su muerte en 1821, Napoleón Bonaparte se lamentará amargamente de su obstinación por sumar el Reino de España a su imperio en 1808.«La Guerra de España me ha perdido», llegó a decir.Y esa larga y desigual lucha, iniciada en los cuarteles de Monteleón de Madrid el «Día de la Ira», 2 de mayo de 1808, prendió la mecha de la colérica rebelión colectiva que, como reguero de pólvora, se extendió rápidamente por toda España, contando también con un foco de heroica resistencia en la Montaña Palentina."
Como probablemente sabréis, muchos años después, el erudito cura de Puentetoma, Don Luciano Huidobro Serna, difundió la existencia de la entonces llamada Cueva de la Lora y hoy conocida como Cueva de los Franceses, en recuerdo del victorioso enfrentamiento de un regimiento de húsares cántabros comandados por el general Porlier, contra tropas napoleónicas, cuyas bajas recibieron pagana sepultura en el pozo que desemboca en la citada cueva.
En su impagable y bien documentada "Breve historia y descripción de la Muy leal villa de AGUILAR DE CAMPÓO", editada por vez primera en 1954 (reedición facsímil puede adquirirse en uniliber.com), el propio Dr. D. Luciano Huidobro, rebuscando entre los recuerdos de su infancia, nos lo narra así:"Acompañado de parientes y del Sr. Cura de Pomar de Valdivia subí a las Tuerces, me interné por el hondón que lleva a la cascada de Revilla y llegué a la cueva del Toro en Valderredible, donde penetrando como un hurón descubrí el cuerpo de un crimen que había pasado ignorado, dando lugar con mi descubrimiento a que se explorara la fantástica cueva de la Lora, recordada por los naturales como un fatídico recuerdo de la Guerrra de la Independencia. El hallazgo más feliz fué un ciervo petrificado."No hace mucho que he vuelto a visitar nuestra cueva y, como siempre, he vuelto a maravillarme con las misteriosas y evocadoras figuras que el agua, la cal y los milenios han ido esculpiendo en su interior. Realmente es una gozada recorrer todos sus rincones después de la reciente ampliación y sintiendo la magia de los nuevos efectos de luz y sonido.
Para terminar, tres recomendaciones imprescindibles que me agradeceréis. Estimulad vuestra imaginación con una visita a la Cueva de los Franceses, especialmente si no la habéis visto después de la última reforma. Dadle una alegría al cuerpo, comiendo de maravilla en CASA FLORENCIO. Y disfrutad leyendo el libro del cura Huidobro que podéis descargaros en PDF en este enlace.
"creo" que ese cura que veo en esa foto se llamaba DON BASILIO si no me equivoco si alguien piensa como yo que lo diga jejejeej
ResponderEliminarPues no podemos discutirlo, Lucía, porque no tuvimos el placer de conocer al cura Huidobro ni al tal Don Basilio. Nuestra fuente de información, así como la imagen utilizada en el fotomontaje, ha sido la web de Revilla (www.revilladepomar.net). pestaña de entrada a CUEVA DE LOS FRANCESES.
ResponderEliminarAsí que trasladamos tu sospecha a Carlos para que nos aclare la duda o se informe con alguna "memoria viva" del pueblo.
Si se confirma tu creencia, ¿hay alguien que tenga y nos pueda mandar una foto del famoso Huidobro?
La foto original me fue enviada por email por parte de una pariente suyo, CONFIRMANDOME que era Luiciano Huidobro; es más, pasado cierto tiempo, otro pariente me mandó otro email pidiéndome una copia porque él no la tenía. Esta es la única fuente de que dispongo. Lógicamente si alguien tiene alguna duda al respecto, me hace dudar a mi también, así que intentaré investigar (con cierto tiempo)
ResponderEliminarTenías razón Lucia. Carlos ha encontrado al "verdadero" D. Luciano, como se detalla en la entrada del 17 de mayo. Gracias por tu aviso, de no ser por ello, todos seguiríamos creyendo que D. Basilio fue D. Luciano.
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