EL CIERRE NAVIDEÑO DE "LA CUEVA DE LOS FRANCESES" SIGUE AJENO AL FLUJO TURÍSTICO

Un año más, a pesar de que se invirtió una fortuna en construir el Centro de Recepción para proteger de las inclemencias climatológicas a los visitantes, la Cueva de los Franceses se ha cerrado durante una época de vacaciones laborales y escolares, en la que esta zona de la Montaña Palentina recibe muchos visitantes con deseos de conocer sus mágicas formaciones.

Efectivamente, las instalaciones de este monumento natural de Revilla de Pomar se cerraron al público el pasado 19 de diciembre y no se reabrirán hasta el 15 de febrero de este año, tal y como se menciona en la página web oficial, en la que, al menos, se ha suprimido la inverosímil excusa del año pasado de justificar el cierre "POR MOTIVOS METEOROLÓGICOS". Algo ha aprendido el nuevo equipo de gobierno de la Diputación Provincial; ahora no se justifica y punto. Se repite la frustración de los viajeros que no han tenido acceso a la información, pero no se queda en ridículo con un argumento insostenible en momentos en que, lamentablemente, se está padeciendo una seca etapa sin lluvia ni nieve y con termómetros más que benignos.

Comprendemos que un espacio natural como es la Cueva de los Franceses necesita "descansar" del aluvión de visitas que se producen en la época estival, en beneficio de su conservación y adecuado mantenimiento. Pero ese justificado cierre podría hacerse entre el 9 de enero y el 7 de marzo, puestos a conceder un período equivalente; en fechas en las que la afluencia de visitantes a Revilla de Pomar y su entorno desciende considerablemente, como saben muy bien en el Hotel Rural CASA FLORENCIO y, seguramente, podría confirmar el Observatorio Turístico de la Diputación.

Y, si de mantenimiento y preservación se trata, quizá se debería revisar la desafortunada decisión del año anterior de incrementar en un 40% el cupo de visitantes por turno, cuando se presentaba como insuperable la cifra límite anteriormente vigente, por motivos de seguridad del público y conservación de la cueva. O, tal vez, se debería consultar a los expertos adecuados el posible impacto negativo que la nueva iluminación puede producir en las formaciones rocosas. Aunque se debe tener especial cautela al elegir a esos expertos, a juzgar por el comportamiento de la delegación de la Junta Directiva de la Asociación de Cuevas Turísticas Españolas, demostrado en su visita de octubre pasado para organizar el IV Congreso de CUEVATUR 2012, acto en el que, por cierto, se puso de manifiesto la clamorosa e incomprensible ausencia de cualquier representante del Ayuntamiento de Pomar de Valdivia y de la Junta Vecinal de Revilla de Pomar, mientras que oficiaba de anfitriona en "nuestra Cueva" la Sra. Alcaldesa de Aguilar de Campoo.

Mª José Ortega, Alcaldesa de Aguilar, con la delegación de ACTE

Claro que, como el Sr. Alcalde de Pomar de Valdivia argumenta, "de las cosas del turismo tienen que preocuparse los interesados". Y es evidente que a la Alcaldesa de Aguilar de Campoo le interesan, preocupan y se ocupa.